El mundo actual ha hecho de nosotros, unos cibernautas 24/7, situación que nos ha llevado rápidamente a la afiliación de una era digital qué, de algún modo nos impide entender ¿hasta dónde llega mi yo cibernauta? Usar equipos electrónicos y no contaminar es imposible.
Sería ingenuo creer que la
continua automatización que promueven las empresas de manufactura, los
distribuidores de equipo original (OEM) y las empresas de software con su
potencial hacia la Inteligencia Artificial y la exploración espacial no van a
generar residuos.
La cuestión fundamental se trata de
conocer las matrices de reciclaje de los Ewaste a nivel global y cómo podemos introducirnos
a estas vías, algunas de las cuales están consentidas por los Estados-Nación. Por
ejemplo, las garantías legales que proporcionan legislaciones sudamericanas permiten
el reciclaje de residuos tecnológicos para venderlos como piezas de
restauración o equipos de segunda mano.
En cambio, el reciclaje europeo de
RAEE es una contingencia porque resultó en una exportación ocasional desde los
27 países desarrollados hacia los países con economías emergentes después del
año 2002. Ciertamente en nuestro rol de cibernautas, la posibilidad de visualizarnos como “contaminadores-recicladores” o en su defecto, que las empresas OEM se comporten como ecodiseñadores
es una realidad útil para la nueva normalidad.
Porque la futura extracción de las Reservas Probadas de “minerales” están reguladas sin tomar en cuenta el
agotamiento de los recursos, por ejemplo, la extracción de Litio en Sonora, México
está emergiendo en un concepto tergiversado de la Inversión de
infraestructuras elevando la tasa de extracción del recurso por 250 años a
posteriori. Este proyecto abandona la protección del medio ambiente, ya que hay claramente una falta de cumplimiento en el indicador ecológico acuñado por el Banco
Mundial, ahorro genuino.
El concepto de ahorro genuino supone la sustituibilidad del capital natural por el capital producido, y esto no siempre es así, porque el horizonte para reciclar las baterías usadas de litio es terreno inexplorado en el campo de la investigación y a su vez paradójicamente, hay un proceso de culturización sobre el manejo racional (recuperación y reciclaje) de las baterías AA o de las que provienen de smartphones.
El
nuevo acceso a recursos minerales se manifiesta como punto de inicio de las
cadenas de valor global, en vez de la
asimilación de la depreciación del capital natural, como en el caso del Litio sonorense en territorio mexicano. Este esquema regulatorio permite
la finalización de un recurso que no es renovable y que el coste marginal total
de la contaminación acentuará las emisiones de gases tóxicos en dicha región.
Esta perspectiva es una realidad de la Innovación Tecnológica, un fenómeno que crea indiscriminadamente una generación exponencial de basura electrónica como externalidad y contradice el discurso de sustentabilidad actual: por un lado, cuando se recupera metal inevitablemente se contamina y por otro lado se genera escasez del recurso mineral natural no renovable para producir nuevos gadgets.
Aunque los residuos tecnológicos (RAEE o WEEE) están contemplados como Residuos de Manejo Especial en México, con la nueva sociedad del encierro a partir del año 2020, el teletrabajo y la obligación de conexión digital en el sector educativo, como agenda laboral promueve más horas de virtualidad, que es igual a más horas de conexión a internet.
Por tanto, la fabricación de equipos electrónicos es predominante, cabe decir, entonces qué en el régimen “Nueva
Normalidad” no existe la escasez de los recursos naturales porque la Economía de Plataforma (apps) predica la
tendencia de acumulación no solo de residuos electrónicos sino también de bigdata.
Entremedio de esta neocostumbre social se renuncia propiamente a la protección y la resiliencia ambiental, introduciendo una función básica a productos electrónicos sin requerir un marco general de ecodiseños en la remanufactura. A lo sumo idealizando la utilidad de los Biomateriales para continuar con la producción en masa que libera emisiones contaminantes, trágicamente en concordancia con la Gestión Ecológicamente Racional, guía del Programa de Naciones Unidad para el Medio Ambiente (PNUMA).